La cúpula de la Catedral de Santa María del Fiore de Florencia es uno de los iconos arquitectónicos más emblemáticos de la ciudad. Diseñada por Filippo Brunelleschi a principios del Renacimiento, esta cúpula de ladrillo rojo se distingue por su forma maciza y su cúpula autoportante. Se terminó en 1436 y sigue siendo uno de los mayores logros de la ingeniería renacentista. La cúpula ofrece una vista panorámica de Florencia y sus alrededores, lo que la convierte en una visita obligada para los visitantes.
La iglesia de la Santa Cruz de Florencia es un magnífico ejemplo de arquitectura gótica. Construida en el siglo XIII, es la iglesia franciscana más grande del mundo. Conocida por sus elegantes proporciones y su fachada de mármol blanco, Santa Croce es el lugar de enterramiento de personajes tan ilustres como Miguel Ángel, Galileo y Maquiavelo. El interior es sobrio y majestuoso, con impresionantes frescos y capillas ricamente decoradas. La iglesia es también un importante centro cultural, que acoge manifestaciones artísticas y eventos relacionados con la historia de Florencia.
El Palazzo Vecchio es una obra maestra arquitectónica en el corazón de Florencia. Anteriormente conocido como Palazzo della Signoria, este emblemático edificio fue construido en los siglos XIII y XIV. Sirvió como sede del gobierno de la ciudad y es famoso por su imponente torre, sus majestuosas salas, como el Salone dei Cinquecento, y sus notables esculturas. El Palazzo Vecchio es un símbolo del poder político y cultural de Florencia a lo largo de los siglos.
Las obras de la Piazzale Michelangelo comenzaron en 1873 y finalizaron en 1875, como homenaje a Miguel Ángel. La Piazzale Michelangelo es la terraza panorámica más popular entre los turistas, y en su centro se alza un monumento de homenaje compuesto por copias en bronce del David y de las cuatro alegorías de las capillas de los Médicis. Ofrece una vista de pájaro de la ciudad.
La Basílica de Santa María Novella, situada en el corazón de Florencia, es una de las iglesias más fascinantes de la ciudad. Fundada en el siglo XIII, es famosa por su notable arquitectura gótica y renacentista. El interior de la basílica alberga una extraordinaria colección de arte sacro, que incluye frescos de Giotto y Masaccio y esculturas de Brunelleschi. La espectacular fachada, adornada con mármol policromado, invita a los visitantes a explorar la historia y la espiritualidad que impregnan este emblemático monumento de Florencia.